lunes, 19 de diciembre de 2022

Máquinas tripuladas o no tripuladas 

Claves para lograr aviones de combate altamente colaborativos.


 

La Fuerza Aérea de Estados Unidos ha tenido problemas de efectividad y capacidad debido a la reducción de personal. Por ello está considerando utilizar aviones de combate autónomos y altamente colaborativos como una forma de mejorar su capacidad de combate, hacer que sus fuerzas sean más resistentes y tolerantes al desgaste, proporcionar una reserva estratégica para operaciones de refuerzo y complicar las defensas de los adversarios mediante operaciones complejas.

A pesar del gran potencial de los aviones de combate autónomos y altamente colaborativos (ACC), hasta ahora el desarrollo de estos sistemas se ha centrado principalmente en las tareas de misión y no en la colaboración entre sistemas tripulados y no tripulados. La efectividad de las ACC en combate depende de su capacidad para trabajar en equipo con humanos. Por lo tanto, es importante que personal altamente experimentado en combate se una a expertos en tecnología para estructurar la dinámica de trabajo en equipo en torno a formaciones humanas en vuelo, con el objetivo de asegurar que las ACC estén configuradas de la manera más óptima posible para lograr los efectos deseados en el espacio de batalla junto con aeronaves tripuladas.

A diferencia de aviones no tripulados como el MQ-9 Reaper o el RQ-4 Global Hawk, que son controlados a distancia por pilotos humanos mediante enlaces de datos vía satélite, los aviones de combate autónomos colaborativos (CCA) serán completamente autónomos, capaces de navegar y volar por sí mismos y gestionar sus propios sensores. Tomarán sus propias decisiones y realizarán tareas de forma independiente. Trabajarán en conjunto con operadores humanos que estarán cerca en el espacio de batalla y actúan como comandantes de vuelo y de misión, dirigiendo los CCA de la misma forma que dirigirían una formación tripulada.

Para desplegar CCA efectivos, será fundamental desarrollar un software de trabajo en equipo humano-CCA bien adaptado. Este software no puede crearse después de que los CCA hayan sido puestos en servicio, ya que debe interactuar con todos los demás elementos básicos del "cerebro" de los CCA. Para que los CCA tengan éxito, es necesario integrar los factores humanos en los algoritmos y el software de trabajo en equipo al mismo tiempo que se desarrolla la autonomía del sistema.

  Afortunadamente, las formaciones humanas existentes pueden servir como modelos de rendimiento alto y establecidos para que los tecnólogos los emulen mientras desarrollan las características de los equipos de aviones de combate autónomos colaborativos (CCA). Las formaciones de aeronaves convencionales, ya sean dos aviones de combate o un paquete de misión completo, tienen procesos, procedimientos, interacciones y otras estructuras de control y trabajo en equipo que han demostrado su efectividad. Décadas de experiencia en el mundo real han ajustado estas normas de trabajo en equipo para adaptarlas a los comportamientos humanos.

Sin embargo, al desarrollar CCA, los investigadores, ingenieros y tecnólogos de la industria de defensa del Ejército del Aire se han concentrado en gran medida en separar al ser humano de la máquina. Este enfoque ha permitido que los equipos de autonomía hagan importantes avances en desafíos fundamentales relacionados con el desarrollo de CCA, como la dinámica del control de vuelo autónomo, la seguridad en el vuelo, la conciencia del espacio de batalla y la detección y maniobra. Por lo tanto, es esencial que los pilotos de combate operativos participen en el proceso de determinar cómo deben interactuar las ACC con los humanos y qué información necesitan los humanos para que esas interacciones sean efectivas en operaciones del mundo real. Según el general de brigada Joe Kunkel, esa participación ya está en marcha.

Si no se desarrollan los conceptos de empleo y la comprensión de las funciones de equipo relacionadas para los equipos de aviones de combate autónomos colaborativos (CCA), se socavará su potencial para transformar las futuras operaciones en el espacio de batalla del Ejército del Aire. Por lo tanto, es fundamental que los combatientes que participen en las primeras fases de los programas de desarrollo de CCA del Ejército del Aire tengan un papel importante en la forma en que estas aeronaves autónomas operarán junto a los humanos en el espacio de batalla.

Dado el gran tamaño de los desafíos estratégicos que enfrentan los líderes del Ejército del Aire y la confianza y los recursos que están dedicando al desarrollo de múltiples variantes de CCA, lo que está en juego es demasiado importante como para correr el riesgo de posponer las cuestiones de cómo trabajarán juntos los sistemas tripulados y no tripulados. Es esencial involucrar a los operadores desde el principio en el desarrollo de una comprensión de la dinámica de trabajo en equipo de los CCA para su futura efectividad operativa.

 

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